El crecimiento duele…
>> Wednesday, September 1, 2010
Yo poste de hoy yo escribió hace muchos anos como un devocion cuando mis niños estaban en la escuela pública. Lo recuerdo como que fue ayer, yo hacía preparaciones para mandar el mayor al segundo grado, el segundo major para escuela de parvulos y mi hija major al pre-k. Abajo de los años han habido que ha sentido este dolor familiar. Este año me visita más profundamente que nunca antes, pues me preparo ahora para ver a mi hijo major, que ahora tiene 18 anos, emperzar su primer dia de colegio mañana. Donde ha ido el tiempo, se escapó tan rápidamente. ¿Era realmente solamente ayer que yo camine con él a su primer clase vestido en su nueva ropa de la escuela, con su bulto llenado al borde con nuevas materiales para su clase? 
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Dolores cada vez mayor
Mientras que me senté en mi escritorio para trabajar, lo sentí de nuevo, ese dolor familiar que me había estado plagando recientemente. Comenzó hace unas noches mientras que miraba a mis niños dormiendo pensaba en preparandolos para volver a la escuela. Suspiré lentamente en el pensamiento de
enviar tres niños por la puerta este año. Toqué cada uno y ore sobre ellos, lo sentí. Al principio era tan rápido y que casi no lo senti, después me golpeó repentinamente otra vez, esta vez con tal agudeza que casi jadeé. ¿Que era me preguntaba? Me parecía tan familiar y a la misma vez tan fresco y agudo.
Mientras que me colocaba en la oscuridad inmóvil, me recorde. Sabía lo que era, y apenas pues había venido en épocas anteriores, con un borde doble penetrante del sostenido había vuelto otra vez. Me cerré los ojos y me recorde de la primera vez que había sentido este dolor agridulce. Era hace casi 7 años cuando mi primer hijo comenzó a arullar y a arrastrarse y a hacer todas las cosas encantadoras que hacen los bebés.
Lo miré, asombrada con alegría y orgullo y entonces lo sentí, un dolor penetrante agudo a la misma base de mi ser. Era el dolor doloroso de mirar a mi bebé crecer. Dejé hacia fuera un grito de asombro silencioso como pensamiento de que mi bebé esta creciendo tan rápido, parecía que fue solamente ayer que había dado a luz, donde habia hido el tiempo? Mientras que paso el tiempo encontraría esta punzada familiar en varias más ocasiones, su primer paso, su primer cumpleaños su primer día de escuela.
Con cada uno de mis niños mi experiencia ha sido nuevo, lo que he venido a conocer como dolores cada vez mayor. Por todo lugar, oye la gente dice, “disfrute de estas épocas que se van tan rápidamente.” Hay mucha verdad en estas palabras. Pensé que tendría tanto más tiempo para gozar y para experimentar a mis niños. Ahora realizo tanto más cómo es importante es agarrar el día, la hora, el momento porque son tan breve. Cuantas veces deseaba para el día en que podrían caminar y hablar, ahora a menudo pienso en cuanto largo para los días en que podía llevarlos a cabo comodamente en mis brazos y oscilarlos para dormir. Cuántas veces deseaba para el día en que serían más independiente y harían más cosas para sí mismos, ahora deseo me preguntaran hacer las pequeñas cosas que antes consideraba ser una tarea laboroso.
¿Como crecen y avancan tan rapidoamente, no puedo dejar de pensar si yo estoy haciendo todo lo posible? Estoy haciendo todo lo posible y lo que el Señor ha requerido de mí como madre. Estoy entrenandolos a ellos en la manera a que deben ir. Cada día que salen fuera de nuestro hogar para entrar un mundo que pueda demasiado a menudo ser cruel y calloso, mi oracion es, “Señor ayudame a ayudarles.” “A entrenarlos en Su verdad y Su maneras, Señor ayudame a utilizar este tiempo que tu me ha permitido a estar cerca a mis niños sabiamente. ““A alimentarlos en lo que crecen, y inculcar su palabra en sus corazones.”
Pues pienso en los tiempos que la gente me dijo cuánto amaría maternidad, no puedo recordar cualquier persona nunca decir me que ser mama tambien duele. Nadie menciono los tiempos que usted querría tan desesperadamente para alcanzar hacia fuera y para ayudar a su niño, pero usted tientes que sentarse cómodamente y mirarlos intentarlos ellos mismo para que puedan crecer. Ouch, hay ese dolor otra vez. El día que aprenden caminar o montar una bicicleta, usted sabe que tendrán algunas caídas, y caídas pero usted debe dejarlas ir para crecer. Sin embargo con cada dolor viene saber que Dios se está moviendo en sus vidas y El las está haciendo crecer en el destino que él sostiene para ellos.
¿Yo me pregunto, a menudo, si es haci como me ve el Padre? Disfrutando y orgulloso de la manera que estoy creciendo en él, pero ocasionalmente el dolor cada vez mayor de mirarme hacer los errores que él sabe podría ser evitados, pero siendo determinado a verme crecer, tengo que intentarlas por yo misma. Para volver solamente a él, que tiene las respuestas y lleva a cabo la llave. ¿A el le hace falta la manera de que dependí de él para cada necesidad, de la manera que mis bebés dependieron de mi a una vez? O cómo permanecería constantemente en su presencia y hablaba con él y siempre queriendo saber mas, de la misma manera mis niños hicieron, siempre preguntándo porqué y cómo.
Veo cómo los bebés que dependieron una vez de la leche de mi pecho para el alimento ahora han crecido en el lugar de desear y de comer la carne y el pan. Apenas como nosotros dependimos de la leche sincera de la palabra pero ahora dependemos y vivimos una vez sobre la carne verdadera de la palabra.
A medida que mis niños continúan creciendo y madurándose, me encuentro excitable en qué nuevas cosas los aguardan. También me excitan en las nuevas cosas que nos aguardan como familia que esta creciendo. Sé que habrá esos días cuando sentiré esa punzada familiar, solamente saber que incluso durante miro a mis niños crecer, tengo un Padre que esté vigilando más a mi crecimiento. También sé que el crecimiento que el padre hace en mí mientras que miro a mis niños crecer está bien digno de el dolor doloroso. Para mí sé que él nos hará trasladarnos desde nivel al nivel, a la gloria a la gloria y cuál seremos cuando lo acaban con nosotros quedamos ver.
La Tonya Robinson
Agosto de 1998
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